El agua de mar puede servir para algo más que para refrescarnos en verano cuando estamos en la playa. Por ejemplo, para ayudarnos con la hidratación mientras corremos por el monte.
Seguramente algunos de vosotros habréis estado estos días por la playa y, entre ola y ola, os habéis metido un buche de agua de mar. ¿verdad?
Bueno, pues ya conocéis el sabor del Totum, ahora solo queda que os hablemos de su concepto.
Ah, y para quien no lo conozca, Totum son sales minerales, básicas a la hora de practicar trail running.
La gracia de este producto es que ha resuelto varias problemáticas de forma aparentemente simple pero ingeniosa.
Por un lado, hay corredores a los que les cuesta tragar las pastillas de sales porque a veces se pueden quedar pegadas en la garganta, lo cual es una puñeta, y no digamos si vas justo de agua para pasarlas.
Por otro lado, la mayoría de pastillas tienen un aporte de Sodio que obligan a tomar una cantidad alta si queremos tener unos niveles óptimos en entrenamientos o carreras largas.
Y aquí es donde llega Totum y su solución simple e ingeniosa. El agua de mar.
Vale, suponemos que no es coger barreños del mar y meterlos en sobres, que seguro que tiene su proceso y sus cosas, pero en esencia la solución estaba ahí.
El agua de mar es líquida, y por tanto se traga mejor que una pastilla. Y encima tiene una cantidad de Sodio alta, por lo que se reduce la cantidad de tomas que hay que hacer.
Buena idea, ¿verdad?
A nosotros, desde luego, nos encanta, y sobre todo nos gusta que haya alternativas en el mercado para poder elegir y marcas que piensen soluciones ingeniosas y prácticas.
Ahora bien, para la siguiente actualización del producto, igual habría que mirar si se puede hacer algo con el sabor, que los buches de mar nos recuerdan demasiado a las vacaciones y nos entra la nostalgia.
De nada.